La mayoría de nosotros vivimos con un pie en el pasado y otro en el futuro, añorando lo que se fue y esperando la maravilla que vendrá. Nos perdemos del presente, de la vida que es HOY! Por eso quiero compartirte 4 pequeños cambios que pueden hacer toda LA DIFERENCIA para que experimentes esa vida maravillosa que añoras sin tener que esperar más! Las circunstancias perfectas no van a existir, pero tu sí puedes decidir que hoy sea un día perfecto.
Cambio No. 1: Al despertarte, respira. Háblate, salúdate, agradece a la energía, el universo, DIOS, el amor, la fuente, que estás viva. Hoy es una nueva oportunidad para compartir, para vivir, para crecer. Respira muy profundo, no abras tus ojos. No mires tu celular, sólo 60 segundos si es todo lo que puedes. No trates de cambiar nada, observa la perfección de la mañana. Agradece por tu cama, por tu almohada, por tus cobijas, por tu compañía (o no), por el desayuno que tendrás y manda amor a todos los que se crucen en tu camino, conocidos y desconocidos. Ningún encuentro es casual. Respirar, HACE LA DIFERENCIA!
Cambio No. 2: Ponle música a tu día. SÍ, aunque despiertes a todo el edificio con tus cantos en la ducha! Ponle ritmo a tu día, el ritmo que quieras, puede ser música suave o puede ser la canción que no puedes dejar de bailar. No te imaginas el rush de energía que le envías a tu cerebro y que de seguro te acompañará por el resto del día. Así que una canción en la ducha, en el camino al trabajo, mientras desayunas, hace LA DIFERENCIA!
Cambio No. 3: Antes de entrar a cualquier reunión o hablar con cualquier persona, mándale amor. Respira profundo, y di para ti mismo, esta conversación tiene un propósito superior, yo se tal vez cuál es el propósito inmediato, pero no se cuál es el propósito superior, entonces la pongo en manos de Dios, el universo, la vida (de nuevo lo que sea para ti). Aceptar que “Yo sé que yo no sé” es un gran paso para trabajar en nuestro subconsciente. Hay una explicación neuro-científica pero tal vez es muy larga y compleja para contártela aquí, pero todos podemos ‘sentir’ la energía con la que entramos a una conversación. Una disposición de apertura, no importa el tema a tratar hace LA DIFERENCIA!
Cambio No. 4: En tu cama, en la noche, al cerrar los ojos, agradece. Por todo lo que salió como habías imaginado o mejor, o por lo que no salió como esperabas. Pregúntate qué hiciste bien y qué puedes mejorar mañana. Y agradece… La gratitud, hace LA DIFERENCIA!
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